JUEVES 1 DE JUNIO 2006
Un aire puro aunque bastante húmedo se respiraba aquella mañana, el paro cultural estaba definido y por hoy las opiniones de los cursos se harán escuchar. Era un simple día de hacer nada. La presidenta trajo una pauta de las actividades para hoy, eran varias horas de relleno para justificar el “capeo de clase” con cooperativas opiniones.
(Cuando tomé aquella hoja de pauta observé algo que decía “Lectura del acta del día anterior”. Por supuesto que la había hecho, el problema es que no me quise dar la lata de imprimir nada. Aunque de todas formas en la reunión de protocolo la redacté, que fue un verdadero aporte, solo supe que teníamos nueva tesorera)
Fueron todos a sus respectivas salas y allí se quedaron hasta el recreo como buenos niños. En el receso la masa en bruto se sentó en el salón y al fondo algunos miraban un pequeño televisor sin poner atención a lo que se decía. Una oración con el improvisado delegado pastoral comenzó de manera serena la asamblea, una larga lata en la cual dedique un tiempo a leer la funesta LOCE, claro que fue una buena razón para hacer hora.
Todo el día fue así, la gente se fue, no hubo clases. Durante la tarde asistimos a nuestros electivos como era lo común, en realidad no había razón para faltar, menos cuando era un laboratorio con la profe Nelly. Tranquilidad hasta el radical momento en que llegó Jaime (el gran delegado pastoral) a decir que había toma del colegio. La razón, una supuesta llamada a las monjas de gente de no se donde que llegarían al colegio por la fuerza, de manera que nosotros lo tomaríamos antes por precaución, es decir fuimos nocheros no remunerados. Nadie tenía la mínima sospecha que seríamos nosotros los sometidos dentro del colegio.
(Me dediqué a pintar un par de telas alusivas al movimiento en la sala del cedeal, hablando con la Ana Karen de teleseries, mientras esperaba a mi madre que me traería un lindo bolso con muchas cosas útiles, olvidando justamente mi cepillo de dientes!)
La presidenta del cedeal se marchó a su hogar para volver lo más pronto posible. Sonrisas en todos los rostros al inicio de algo memorable, en tanto la gente llegaba en pequeños grupos desde diversos lugares como la plaza, el pool o simplemente sus casas, con la ilusión de una larga estancia nocturna. Pocos durmieron más de dos horas en toda esa noche, aún así nos sentíamos importantes, era recién el comienzo de algo para nosotros trascendental, inolvidable. Las ojeras en los rostros ya eran cotidianas, al igual que las frases “tengo frío” “tengo sueño” “tengo hambre”, no importaba era genial, como las heridas de guerra.
(En lo que me respecta, a horas tempranas fueron entretenidos los juegos de dar vuelta las voces en el grabador del compu para que pareciesen tenebrosas y también que Jaime se pasease por los pasillos con una sabana, una vela y su música gregoriana, claro que no asustó a nadie. Cuando nos vino el alcachofazo de responsabilidad, estuvimos deambulando con sebalmo el resto la noche por los pasillos intentado manejar este asunto, queríamos hacer una reunión en ese momento, pero nuestra indigna autoridad nos mantuvo como meros inútiles al igual que la Paz, quien estaba involucrada en otras circunstancias de una dimensión paralela.)
El auditorio estaba abierto, era un buen lugar para no aburrirse, sobre todo cuando es de noche. Alrededor de veinte personas haciendo zaping para terminar viendo el i-sat, por lo que se redujo a doce apóstoles, incluyendo al teacher y a don César. A esas horas solo el porno nos mantenía despiertos y con mucho ánimo.
(Quien lo creería, terminé durmiendo en un sillón en la habitación que queda al lado de la oficina de Sor Fides, por suerte Jaime me acompaño todo el rato. El único problema fue que cuando me dieron ganas de ir al baño todas la puertas estaban cerradas y quedamos encerrados hasta que el pelotudo que la cerró se logró avispar, me duele la vejiga de solo recordarlo..)
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